Sí, este es un tratamiento seguro. El cirujano Dr. Jan Paul Frölke y el especialista en rehabilitación Dr. Henk van de Meent, junto con su equipo de investigación en Radboudumc Nijmegen y en colaboración con otros grandes centros de todo el mundo, han realizado un seguimiento desde el año 2009 a todos los pacientes que han tratado con una prótesis de oseointegración. No solo estudiaron los beneficios de este tratamiento, sino que también identificaron sus desventajas y posibles complicaciones. Inicialmente se consideró que el implante daría lugar a una infección del hueso y al desprendimiento del implante. Una investigación publicada en revistas científicas internacionales de Estados Unidos demostró en los primeros 84 pacientes con una prótesis de oseointegración, que el riesgo de desprendimiento es muy pequeño. Solamente en 1 paciente el implante se desprendió y tuvo que ser sustituido. Los estudios de seguimiento pudieron confirmarlo, pero se observó que más de dos tercios de las personas presentaban irritaciones e infecciones del estoma con frecuencia. Esto ocurría en particular en las personas fumadoras y con un peso corporal elevado. Sin embargo, las molestias en el estoma eran fácilmente tratables y a menudo transitorias. Gracias a las nuevas técnicas quirúrgicas desarrolladas recientemente, los problemas en el estoma son poco frecuentes y las molestias son menores. Actualmente, estas molestias se observan sobre todo en los dos primeros años tras la intervención.